Día 11/12/2012 -
Estaba convencido de que uno de los grandes problemas de la sociedad actual era que la gente iba poco al circo. De hecho, el término circo se utilizaba de forma despectiva como sinónimo de confusión o desorden, por no hablar de las connotaciones negativas que tenía uno de sus principales representantes, el payaso. Sin embargo, ahora que tanto se hablaba de volver a una sociedad en la que primara el mérito y el esfuerzo, tan solo había que dejarse caer por uno de estos recintos, que tanto abundaban en estas fechas navideñas por toda la Comunidad Valenciana, para tomar nota de cómo hacerlo.
Todas las atracciones circenses eran fruto de horas y horas de trabajo en mil y una ciudades en las que se veían obligados a trasladarse para buscar nuevos públicos. Y es que el circo había sido también pionero en eso que ahora se llamaba la movilidad laboral. Si todos fuéramos tan constantes como los malabaristas, tan flexibles como los trapecistas, tan valientes como los domadores de leones, tan alegres como lospayasos y tan creativos como los directores de pista, quizás no hablaríamos tanto de la crisis. Porque ese es otro tema en el que el circo también se había adelantado al resto de la sociedad. El circo estaba en crisis casi desde su propio nacimiento y, quizás por ser ese su estado normal, ya ni se lamentaba por ello, sino que tan solo pensaba en seguir adelante.
Esa podía ser quizás una de las claves para poder sobrevivir a la crisis. Dejar de pensar en lo bonito que era todo hace años y no pensar que la situación actual era como un resfriado, que iba a pasar y, entonces, todo iba a volver a ser como antes. Había que acostumbrarse a vivir en un circo. Un lugar en el que se trabajaba muy duro y en el que cada día tenías que ganarte el pan como si fuera el primer día.
Articulo publicado en : ABC.es -Comunidad Valenciana
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