D. Ramón Pernas, Socio de Honor de esta asociación se manifiesta publicamente, al igual que lo ha hecho esta asociacion sobre la nueva subida del IVA.
-------------------------------------------------------------------------------------------
Nunca
las soluciones son imperativas. La duda razonable, el viejo principio
jesuítico está anclado en las mismas raíces de la razón, que
sustentaron la ilustración y alejaron al hombre de las tinieblas. El
«sí o sí» es un pobre argumento, tesis de gobernantes envueltos
en el manto áureo de mayorías absolutas con su coro de economistas
cantores leyendo obviedades a toro pasado en las entrañas de las
ocas.
Cuadrar
el círculo o encontrar la piedra filosofal no es científicamente
posible, como no lo es juntar churras con merinas, o impulsar el
consumo suprimiendo pagas extras e incrementando el IVA.
Yo
no sé lo que hay que hacer, pero intuyo lo que no debe hacerse y
paso a contar lo que a mi juicio es una arbitrariedad evitable.
En
España giran, llevando la más antigua magia basada en la destreza,
dos docenas de circos. Son el más humilde de los espectáculos.
Acaso pueden parecer arcaicos, con gentes que llegan del pasado, de
otros tiempos más ingenuos y felices, aunque para las personas que
amamos el efímero y mínimo pero grandioso género artístico,
ecuestre, itinerante y nómada, el circo es la puerta que abre de par
en par el territorio de las fantasías y la fértil imaginación de
un país de lona que anda peregrino todos los caminos de la tierra.
El
circo no tiene quien le escriba, quien lo defienda y proteja, el
circo desterrado a los arrabales de pueblos y ciudades proclama en
los otoños la primavera y su sorpresa de payaso triste ya no logra
sorprender a los niños enganchados a la cultura audiovisual y
videojuguetera.
Al
circo lo han herido de muerte incrementándole el IVA del 8 al 21 %.
Poco, más bien casi nada, es lo que se va a recaudar por este
concepto. Quebrarán muchas compañías viajeras, otras, siguiendo su
atávico mandato, traspasarán las fronteras hacia otros cuarteles de
invierno donde levantar su carpa multicolor y jugar mazas o adiestrar
caballos lipizanos en la pista circular que representa el mundo. Es
un estertor final, decretado por alguien que no ama el circo, al que
de niño le daban miedo los payasos.
El
circo popular, romántico y musical con la banda sonora de todas las
infancias, debe calificarse de espectáculo protegido y aplicarle un
IVA reducido. El circo forma parte de nuestra memoria, pasen y vean,
y yo le pido al ministro Wert que reconsidere la inminente aplicación
del aumento del IVA a los circos itinerantes. Es gracia que espero
alcanzar, como en las instancias formales, de V. E. a quien Dios
guarde muchos años.
En
el circo, y en los hogares, en el trabajo que no hay, en la esperanza
que mengua, la vida se nos está haciendo, como en el circense lema
reiterado, un más difícil todavía.
Ramón Pernas
Fuente:
http://www.lavozdegalicia.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario