UN MUSEO
NACIONAL EN EL ALTOZANO
Javier
López-Galiacho Perona
Presidente
de AMITE
Albacete
puede obtener el premio gordo de las inversiones culturales de esta
legislatura popular. Todo está preparado desde Madrid, Ministerio de
Educación y Cultura (INAEM) y SEGIPSA, para iniciar en los próximos
meses la transformación del viejo edificio del Banco de España
ubicado en el corazón de Albacete, el Altozano. Su destino es
albergar en dos años el único museo de titularidad pública de las
artes circenses del mundo.
Una
inversión del Estado en Albacete, que cae como un premio gordo de
Navidad, de más de cuatro millones de euros, sólo de obra. Dinero
que irá a parar, en gran medida, a proveedores de Albacete que
facilitarán los servicios que requerirá esta infraestructura, que
nos va a poner en el mapa mundial de la cultura, y que convertirá a
Albacete en una de las escasas capitales de España con un museo
nacional, con lo que ello conlleva.
Y pienso en
esos visitantes, muchos camino de Levante, que pararan en Albacete
para visitar este museo, comprar en nuestras tiendas, comer en
nuestros restaurantes, visitar el Museo de la Cuchillería o el
magnífico del Parque, o lo que seguro va a suponer de imagen de la
ciudad cuando se dé a conocer esta infraestructura museística de
primer nivel. Repito, un premio gordo para la ciudad, en la que el
Ayuntamiento no sólo no va a poner un céntimo de euro, sino que por
dar la licencia de cambio de uso, que aún se resiste, se llevará
casi doscientos mil euros. Y esto hay que explicarlo a la ciudadanía.
Es un premio gordo del Estado para Albacete, que no deslegitima la
política de austeridad que ha puesto en marcha el gobierno
municipal. Además lo va a hacer este Gobierno de España, el mismo
que tiene la mayoría en el Ayuntamiento.
El Banco de
España estaba destinado a albergar despachos y oficinas de la
Administración del Estado en Albacete, en concreto para ampliar el
Palacio de Justicia. El “petardazo” que ha supuesto arrasar el
emblemático Colegio Salesiano de la carretera de Madrid, desde 2010
tan sólo un solar pasto de ratas y escombros sin destino, supone una
amenaza de que si no hay Museo Nacional de las Artes Circenses en el
Altozano, el edificio del Banco de España será en un par de años,
un centro administrativo de despachos. Eso lo tiene muy claro el
Estado. Si no queréis este Museo, tendréis oficinas.
Los
albacetenses tenemos por delante un clara oportunidad de colocarnos
en el mapa cultural mundial. El Museo Nacional de las Artes
Circenses, que será único en el mundo, no se va a levantar sólo
para albergar la nariz de payaso de Fofó, el acordeón de Miliki o
el trapecio de Pinto del Oro, como denuncian los miopes. Es mucho
más. Este Museo en el Altozano además de acoger la historia del
circo de España, rica, variada, estelar en Europa, ubicará un
centro de investigación de nuevas tendencias de este arte circense,
milenario y también escénico, que vive un apogeo en todo el mundo.
Ahí está el éxito del canadiense Circo del Sol para darnos cuenta,
que sólo a veces el “tren del futuro” pasa por tu estación, la
de Albacete, y lo que aquí se trata es de subirse a él para
convertir a nuestra ciudad en un referente mundial de un arte que
siempre ha tenido arraigo entre los albacetenses. Nuestro Teatro
Circo, joya mundial de la arquitectura teatral circense, así lo
atestigua desde hace 125 años. Ya perdimos el AVE, que ganó Cuenca,
ahora toca no perder el “tren” de una inversión cultural e
internacional de primer orden cuya estación término es el el
corazón de nuestro Albacete, su plaza del Altozano.
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